Cuando una pareja se enfrenta a un diagnóstico de infertilidad, y su médico tratante le recomienda la Fertilización In Vitro (FIV) como el tratamiento adecuado para la búsqueda de su embarazo, los miedos asociados a este procedimiento empiezan a invadir cada pensamiento y emoción que se relacione con las situaciones que se puedan presentar a causa de esta técnica.
¿Tendré un embarazo múltiple?, ¿hay efectos negativos en mi cuerpo?, ¿qué tan seguro es el embarazo?, ¿es doloroso?, son algunas de las preguntas que pasan por la mente de aquellos pacientes que necesitan esta técnica para hacer realidad el sueño de ser papás.
Si bien es cierto que existen múltiples factores que deben ser analizados con el especialista cuando se decide iniciar un tratamiento de FIV, también rondan muchos mitos asociados a esta técnica de reproducción asistida, que a continuación aclararemos: