Agradecer por todo lo vivido; proyectarse para ser la mejor versión de uno mismo.
Sanar, perdonar y continuar es una de las acciones más importantes que tenemos en el camino constante de la vida, lo “complejo” de estas situaciones es agradecer y generar un aprendizaje que te permita proyectar una mejor versión de ti mismo. Es ahí cuando acciones tan mínimas como hablar, te permiten construirte para evolucionar.
Para avanzar, deberías comenzar evaluando lo que sientes de este año que paso y de esta manera enfocarse en sanar; debes mirar en retrospectiva y así lograr entender las emociones que estás intentando mediar. Cuando esto ocurra, podrás alivianar la carga que llevas y agradecer los acontecimientos que te marcaron. Dale las gracias a la vida porque hoy eres una persona más fuerte.
Proyectar significa visualizarse, marcar un objetivo y buscar consciente e inconscientemente el camino para llegar a él. Cuando te ves allí donde quieres llegar, ya estas poniendo toda tu energía para que eso suceda, así que cada acción que hagas para alcanzar ese objetivo estás un paso más cerca del sueño anhelado.
Comienza tu año, generando una conexión inquebrantable contigo misma, la cual genere calma y de paso a reencontrarte con tu esencia. Esto te permitirá reconocer aquello que te hace feliz, tus sueños y deseos más profundos. A partir de ese momento, tendrás todas las herramientas necesarias para proyectar tu camino y futuro cercano, pero no olvides que el futuro siempre será mejor si lo comienzas desde el presente con los aprendizajes que obtuviste en base a tus experiencias pasadas.
“El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños”.
–Eleanor Roosevelt-
