El hecho de haber nacido como mujer no implica necesariamente tener hijos, porque ser madre está presente en muchos actos y momentos de nuestra vida. Así como la madre tierra, todos tenemos la capacidad de generar vida, de dar cobijo, proveer atención, cariño y ayuda.
Hay muchas maneras de ser madre:
- A través de la cooperación: Cuando realizas actos de ayuda a una persona, a una fundación o a la sociedad.
- A través del cariño: Cuando reconoces a alguien que necesita un abrazo, un hombro para llorar y brindarle apoyo a través de un acto de amor o unas lindas palabras de alivio.
- A través de la acogida: Cuando llega alguien nuevo a un círculo social en el trabajo, la ciudad, un compañero de estudio, etc y buscas la manera de integrarlo al grupo.
- A través de la conmiseración: Cuando eres capaz de ponerte en los zapatos del otro y entender sus emociones y sentimientos a través de una buena escucha.
- A través de la biología: Ante el deseo de ser padres y dos cuerpos se unen por medio del amor logran crear un ser humano.
Este deseo tan poderoso a veces puede tener piedras en el camino, como es la infertilidad. En mi caso, por ejemplo, el deseo de ser madre tuvo que pasar por muchas pruebas espirituales, mentales, físicas y hasta de índoles ancestrales para sacar la fuerza, el empeño y mantenerme fija en el objetivo. Si no hubiera sido por el gran apoyo y empuje de la fuerza de mi esposo, tal vez hubiera desistido ante la primera pérdida -que fue excesivamente dolorosa- o ante las siguientes pruebas negativas que siguieron.
Mi deseo de ser madre surgió cuando tenía 40 años, justo en el momento en que tuve que decidir si perder mi útero o tener hijos, antes de eso no estaba preparada para tener la responsabilidad de otra vida; fue gracias a la confianza que recibí del ser cuyo ejemplo de vida sería el mejor para mis hijos y porque sé que el futuro necesita gente buena como él, gracias a esto seguí adelante en el proceso.
A pesar de todas las dificultades que tuve, logre tener mellizos, unos lindos mellizos inSer y aunque sé que la infertilidad es un proceso doloroso para muchas mujeres, quiero que nunca olviden que ser madre también es creer, tener Fe en el futuro a pesar de las noticias de guerra y el pesimismo que vivimos a diario en el planeta, ser mamá es sentir que vas a dar lo mejor de ti para que a través de las próximas generaciones ésto cambie. Ser madre es cuestión de todos.
Catalina Ferrer R.
Feliz paciente de inSer y exitosa mamá.